lunes, 28 de febrero de 2011

Próximos Eventos

El Primer Sidur

En honor a los alumnos de Primer Grado, quienes recibirán su primer Sidur iniciando así una nueva etapa en el sendero del judaísmo invitamos a todos los padres a la entrega de los mismos se hará según el siguiente cronograma:


GRADO / SECCIÓN
FECHA
HORA
LUGAR
Primer (1º) Grado A y B
1º de marzo de 2011
12:15 pm
Sinagoga del Liceo (último piso)
Primer (1º) Grado F y D
02 de marzo de 2011
9.00 am.
Primer (1º) Grado C y E
04 de marzo de 2011
10:15 am.




SEMANA DE RESPONSABILIDAD SOCIAL Y DESARROLLO SUSTENTABLE

El objetivo de esta “semana” está dirigido a que el trabajo de los alumnos de 5to. año sea conocido por toda la comunidad del liceo y el contenido específico forme parte de una campaña de concientización acerca de la importancia del compromiso que debemos asumir, cada uno de nosotros, con la preservación del ambiente y la sociedad.

En este sentido, la fecha acordada con la Dirección es del lunes 2 al jueves 5 de mayo de 2011. 
El  miércoles 4 de mayo, en el horario comprendido entre las 10:45am. y 12:55pm. Los distintos grupos expondrán el resultado de sus proyectos en la Sala de usos múltiples del Liceo.

Están todos cordialmente invitados


En nombre del Comité Organizador del Caracas Model United Nations del Colegio Moral y Luces “Herzl-Bialik” nos dirigimos a usted a fin de extenderle la invitación formal a la X Edición  de CaMUN, la cual se llevará a cabo los días 10, 11, y 12 de abril de 2011.
Desde hace diez años el colegio ha organizado este modelo contando con el apoyo y la participación de las delegaciones de diferentes instituciones educativas de nuestro país. En este sentido, y de cara a nuestra primera década como anfitriones, los invitamos a participar, una vez más, en uno de los modelos con mayor tradición en la nuestra ciudad capital.
 

jueves, 24 de febrero de 2011

Videos


Día del Maestro 2011

Actividades y Actos

22/2/2011
HUIMUN 2011
Cambiemos el pasado y mejoremos el futuro de la sociedad
Los días 28, 29 y 30 de Enero, la Delegación del Colegio Moral y Luces “Herzl – Bialik” representó a nuestra institución  en la primera Edición Internacional del Modelo de Naciones Unidas del Colegio Humboldt HUIMUN 2011.
El modelo de HUIMUN 2011, los llevó a vivir una experiencia en la que los delegados tuvieron que tomar decisiones para cambiar el futuro de la humanidad para bien o para mal. En este modelo abordaron 6 temas en los que debatieron para encontrar la solución más efectiva.
En esta oportunidad dos de nuestros delegados fueron reconocidos por el comité organizador, el alumno de 5to. año de Cs. “C” Eithan Albay fue reconocido con la Segunda Mención Honorífica en el Comité de Derechos Humanos y Ofer Wainberg de 4to. año de Cs. “A” fue una de las cuatro delegaciones destacadas en el comité de “El Gabinete de Bush”.
Felicitaciones a todos los delegados.

Cuentos

Premio Liceísta de Cuento Julio Garmendia
Julio Garmendia: Precursor del cuento fantástico en América Latina
Desde hace más de 10 años, el Dpto. de Castellano, Literatura y Latín del Colegio Moral y Luces “Herzl Bialik” tomó la iniciativa de convocar a todos los alumnos a participar en el Premio Liceísta de Cuento Julio Garmendia”.
Dicho concurso tiene como  objetivo la firme convicción de que la creación literaria es vehículo indispensable para transmitir y compartir ideas, así como de promover la lectura, la escritura y  reflexión en los jóvenes de los textos literarios.
Es por ello que el pasado miércoles 19 de enero se llevó a cabo la entrega del Premio Liceísta de Cuentos Julio Garmendia.
Este año hubo más de 30 alumnos participantes de todos los niveles académicos del Liceo. Los ganadores fueron:
Primer Lugar: “Crónica de una mente desgastada” de Eitan Scher, 4ºA
Segundo Lugar: “El alma” de Samantha Goldwasser, 5º Hds
Tercer Lugar: “Buffi, el Buffalo” de Margulis, Orly. 3ero C

Es importante que los alumnos pongan a prueba sus talentos en esta área y se atrevan a escribir con fines estéticos, sólo en la realidad el hombre es capaz de conocer sus dones. El Departamento felicita a todos los concursantes, muy en especial, a los tres ganadores cuyos cuentos se ofrecen a continuación:

Primer Lugar
“Crónica de una mente desgastada”.
Eitan Scher, 4ºA

“No pienses tanto, no hace falta”.
Anónimo

-¡Hola Rebecca! ¿Cómo estás? – dijo Cassandra.
En el momento en que esas palabras salieron de su boca, no pude evitar caer en la sospecha, ¿por qué si nunca hablamos, decidió acercarse hoy? Déjame pensar, qué haría que ella quisiera hablar conmigo. Seguramente no necesita ayuda en clases, ya que simplemente eso no va con ella, es demasiado inteligente para necesitar mi ayuda. ¿Tal vez sean consejos en cuanto a su apariencia? Tampoco lo creo, su madre es diseñadora de modas, y, además, mira ese cabello rizado o sus ojos de color avellana que desarman todo tipo de malas intenciones cuando se posan en ti. Entonces, ¿qué es lo que hizo que me saludara? Simplemente, no lo entiendo. Voy a ver qué tiene que decir.
-¡Bien! ¿Y tú? – le contesté.
-Fantástico, ¡me encanta lo que te hiciste en el cabello! – fue la respuesta de ella.
Ok, ahora sí estoy segura de que hay algo raro andando por acá. Nadie elogia a otra persona a menos que espere algo a cambio. ¿Mi pelo? Obviamente está más bonito que antes pero, ¿qué tiene que ver mi pelo en todo esto? No comprendo, ¿qué quiere Cassi de mí? Si no es la tarea, ni es un vestido prestado, ¿qué podré tener yo que a ella le falta? Ahora que lo pienso, puede ser gente que yo conozca, debe ser que quiere conocer a uno de mis amigos. Sí, eso suena lógico, un poco de palanca le hace falta hasta a la misma Cassandra. La cuestión es, ¿palanca con quién? O ¿para qué? Dime, entonces, ¿eres solamente alguien con buenas intenciones o una oportunista?
- ¡Mil gracias! Y cuéntame, ¿qué haces? – proseguí yo.
- Nada, planeando qué hacer el sábado – nuevamente contestó.
¿Planeando el sábado? – me dije a mí misma. ¿Será que viene a presumir de lo muy social que es? Esa sinvergüenza lo único que quiere es humillarme. Espera. ¿No podría ser que, en verdad, planea invitarme a salir con ella? ¡Eso sí sería una sorpresa! No puedo imaginarme yo, la simple y anticuada Rebecca, saliendo un sábado con Cassandra, la niña perfecta, el epicentro de atención, el punto de foque de todo lo que tiene ojos. ¿Eso significa que ahora soy popular, que voy a tener muchos amigos y la gente me va a querer más? Suena casi utópico. Pero hay algo que no me cuadra. Sábado. Sábado. ¿Fue mi imaginación o acaso hizo énfasis en la palabra sábado? ¿qué tiene que ver ese día, qué pasó un sábado?… ¡Oh no! No puede ser que se haya enterado. ¡El sábado pasado fue el día en que Ricardo me declaró su amor! Si mal no recuerdo, había escuchado rumores de que había algo entre ellos, pero eso fue hace mucho. No lo creo. No sería capaz. No podría llegar a tales extremos, pero no lo puedo descartar todavía, ¡Pero, por supuesto, que quería palanca, Cassandra aún tiene sentimientos por Ricardo! Este es el colmo. No voy a permitir que la apoteósica Cassandra se lleve a MI novio. Sólo porque todo el mundo la quiera no significa que me deba doblegar a su voluntad. No. No, señor. No voy a dejar que se salga con la suya. Ya va a ver que la voy a agarrar en su propio juego.
-¿Ah, sí? ¿Qué piensas hacer el SÁBADO? – dije intencionalmente con tono invasivo.
-Estoy pensando en ir a una fiesta – me contestó ella sin darse por aludida
Lo sabía esa rata inmunda vino a restregarme en la cara su desbordante popularidad. “Mírenme todos, soy Cassandra, soy popular y tú no”. No mereces ni un tercio de lo que tienes, la única razón por la que te quieren es porque te compraste el amor de todos. Sí. Eso es. Nadie te quiere. Te tienen lástima, te usan, como aquella vez en que querían armar una feria en el colegio. Todos corrían hacia ti rogándote “Cassandra, me hace falta un metro de tela, ¿qué hago?” o “Cassandra, necesito pelotas para mi actividad” y tú no tardabas en sacar tu billetera y salir corriendo a cumplir con las expectativas que tiene la gente de ti, un cajero ambulante. Nunca lo dudé. Estás podrida por dentro. Eres una pordiosera de amor que busca desesperadamente la atención de la gente y como nadie te la quiere dar, la buscas regalando objetos materiales. No hay cosa peor que tú. Qué desagradable haberte conocido. No puedo creer que en algún punto de mi vida llegué a llamarte “amiga”. Esto se acaba hoy. No voy a soportar más de tu insolencia, egocentrismo, de tu malcriadez y de tu carácter. Vas a terminar sola y yo, Rebecca, me voy a encargar de eso. Dile adiós a tus supuestos amigos, despídete de Ricardo. No vas a volver a ver la luz del sol. Vas a quemarte en el….
-¿Quieres venir conmigo? – fue la frase que interrumpió mis pensamientos.
-¿En serio? Me encantaría.

Toda esta conversación ocupó solamente 18,80 segundos.




Segundo Lugar:
“El alma”
Samantha Goldwasser, 5º Hds

¿Qué es el alma? ¿Será la extensión del  pensamiento hasta su punto más espiritual, o quizá es lo que nos hace seguir respirando?  Tal vez es lo que queda cuando nuestro cuerpo caduca, o simplemente lo que sudamos cuando el miedo finalmente nos acorrala. Podemos sentirla y, aún sin saber lo que es, nos aferramos a ella por sobre todas las cosas, la necesitamos, la amamos ciegamente ¿Qué la hace tan especial? ¿Qué es el alma… y de dónde saco una?
El doctor Rogers reposaba una vez más en su sillón de fina gamuza carmesí, decantando una copa de dulce Chardonnay y respirando profundo, en el número 5 de la calle Mapple; una casa bastante grande aunque totalmente vacía, con el encanto de imponentes pisos de madera, un silencio sepulcral y una fina capa de polvo que el tiempo había dejado a su paso.
- Sí, Rogers, ¿cuál es su pregunta?
- Profesor, es con respecto al apéndice, se puede sobrevivir sin el mismo, y sin las amígdalas… ¿Cuáles órganos son realmente necesarios?
La clase estalló en risas y acto seguido el profesor dijo:
- Rogers, si en cuarto año de medicina usted no sabe que corazón, pulmones, e hígado son necesarios para existir, debería dejar la carrera…
La clase siguió riendo cuándo Rogers abrió los ojos y el recuerdo se disipó. Sí, era sólo un recuerdo, uno que lo había perturbado durante años; lo analizaba de manera minuciosa: la ironía del profesor, las risas de los alumnos y su pregunta mal formulada; él realmente quiso decir “¿cuáles órganos vitales no pueden ser suplantados por aparatos similares al marcapasos?”, pero en ese momento no supo cómo hacerse entender.
Rogers se levantó del sillón sacudiendo la cabeza, un abrupto movimiento que tuvo como resultado la caída de la brillante copa que se rompió contra el suelo derramando todo el vino. Sus pupilas se contrajeron, tragó saliva y se dirigió a la cocina. Había dejado carne descongelando dos horas antes y fue a revisarla, ésta yacía en el lavaplatos. Cuatrocientos gramos de carne cruda, el doctor no podía evitar imaginarse a una vaca sin ellos, no habría mucha diferencia. Ella pesa 600 kilogramos, lo que quiere decir que seguiría viva sin los cuatrocientos gramos de bistec. Inmediatamente y sin pensarlo, Rogers levantó el afilado cuchillo que reposaba delicadamente sobre la mesa y arrancó longitudinalmente un trozo de carne de su pierna derecha. Pareció que el tiempo se detuvo por un instante, el aire se hizo denso y turbio, la curiosidad superó al miedo y los pensamientos opacaron a la razón. Rogers palpó el trozo de carne de aproximadamente unos diez gramos y pensó: “sigue caliente y vivo, y ahora siente por sí mismo, ya este trozo no soy yo, y para serlo no lo necesito”. El doctor se asustó, entró en razón cuando la adrenalina de haberse flagelado se disipó y corrió a su cuarto.
Buscó un botiquín que tenía guardado y suturó la herida rápidamente, acto seguido se metió en la bañera y reposó ahí durante unos cuarenta minutos, luego se acostó en su cama.
A las cinco treinta y cinco am del día siguiente sonó el despertador, el doctor lo apagó y se levantó con mucha facilidad. No había dormido la noche anterior, se había quedado pensando en la fragilidad de la existencia y en los requisitos para disfrutar de ella. Se afeitó, lavó sus dientes, se vistió y se fue al hospital. En el camino, se dio cuenta de lo realmente vacío que era para él existir, de lo poco que llena el alma el simple juego de la rutina y de que la inercia juega un papel crucial en la vida de todos, ya que hasta el amor es una simple reacción y no un sentimiento netamente puro.
Entró al hospital y el primer caso que debía atender era el de un hombre llamado Charles que sufría de una terrible neoplasia pulmonar. Estaba conectado a un respirador y sedado fuertemente con morfina. Luego de que el doctor Rogers examinó su caso tuvo una fuerte epifanía. A las pocas horas el paciente había abandonado el hospital.
Curiosidad, amor a la sabiduría y falta de testigos llevaron al paciente de cáncer a las penumbras del sótano de Rogers.
Abrió los ojos. Su cuerpo se hacía migajas ante el dolor de sus órganos, intentó gritar. No funcionó.
- Charles, ¿cómo se siente?
Aire caliente salió de lo que quedaba de la temblorosa boca del paciente cuando Rogers lo interrumpió diciendo:
- Oh sí, Charles, removí sus cuerdas vocales, junto con sus extremidades y gran cantidad de sus órganos.
Charles yacía en una camilla, aún conectado a respiradores y a ese terrible aparato que mide el pulso. Cada “bip” que surgía de esa cosa era un paso más hacia la total locura de Charles, quien inmovilizado totalmente temblaba en esa excusa de cama, y lloraba muy en silencio.
- Charles, probablemente usted se pregunte qué sucede -decía Rogers mientras acomodaba una silla al lado de la camilla-. Pues, le explicaré. Primero que nada, quiero felicitarlo, ya que cuando termine con esto, usted será el primer alma pura existente.
Charles lo miró con ojos llorosos y salidos totalmente de la realidad, un poco desviados, como si fuera a desmayarse.
- Déjeme explicarle mejor: una extensa carrera en neurocirugía ha desarrollado en mí varias inquietudes existenciales. Sé perfectamente cómo funciona el cuerpo humano, pero quiero saber qué es esa energía que corre por nuestras venas y nos hace vivir sin necesidad de todas nuestras partes. El alma. Quiero un alma.
Charles comprendió horrorizado lo que el doctor quería; mientras el discurso prosiguió:
- Le juro que esto no le dolerá en absoluto, usaré las mejores anestesias.
Esa noche fue larga, el doctor realizó tres o cuatro cirugías, terminó de remover los órganos innecesarios, sustituyó el corazón por un marcapasos, insertó pulmones artificiales, removiendo los reales, anestesió, abrió, suturó, cerró y se sintió orgulloso.
Charles despertó mientras el doctor lo vigilaba comiendo un paquete de oreos.
- Charles, por favor, parpadee dos veces si se siente bien.
Encerrado en su propio cuerpo, agonizando el fuego de sus entrañas y, muy irónicamente, escuchando el grito de su alma destrozándose y haciendo armonía con el incesante bip de su propio pulso convertido en maquina (bip bip bip…), Charles parpadeó.
- Me alegro que siga bien, Charles, sólo nos queda una cirugía y si la logramos habremos alcanzado nuestra meta.
Lo que quedaba del paciente soltó una lágrima.
- Esta cirugía será distinta -dijo el doctor-, y usted debe ayudarme. Como será una neurocirugía, debe permanecer despierto durante la operación y darme señales de vida.
Y así fue. El doctor colocó un espejo frente a Charles y a medida que la operación transcurría le pedía que parpadeara. Extirpó el lóbulo frontal con una precisión de máquina y removió gran cantidad de su encéfalo.
- ¡Parpadeé, Charles! ¡Parpadeé! -exclamaba Rogers mientras movía el bisturí cual pincel salpicando el espejo con la roja y caliente sangre y teniendo como música de fondo el sublime y constante Re sostenido de la máquina que medía el pulso.
Cuando la cirugía culminó, Rogers sustituyó el cráneo de Charles por un contenedor donde reposaba lo que quedaba de su cerebro. Ya estaba listo. Lo había logrado.
Rogers observó su resultado por horas… Por días… Y temblaba, y se mordía las uñas, y lo amaba, aún sin saber por qué… Realmente lo amaba.
La policía había buscado a Charles por días. Al final decidió registrar la casa de Rogers, ya que él era su doctor principal. Le tocaron la puerta y Rogers abrió. Eran tres policías. Registraron todo y, cuando estaban a punto de irse, uno de ellos divisó la puerta que conducía al sótano y la abrió. Bajó por las escaleras. Y lo vio.
Cuando el oficial encontró a Charles, el asco se apoderó de él. El grito que se escapó por entre sus dientes rompió con la frecuencia del Re sostenido.
- ¡¿Qué es esto, Rogers?! ¿¡Qué es esto?!
Y mientras Rogers era esposado y amenazado con un arma, respondió con una increíble calma y paz: “Es el alma. El alma”.



Tercer Lugar:

“Buffi, el Buffalo”
Margulis, Orly. 3ero C

Buffi, el Buffalo, vivía en un mundo gris, estudiaba en un colegio gris y vivía en una casa gris. Un día Buffi estaba triste y mamá Buffalo se le acercó para hablar.
-Buffi, ¿por qué tan triste?
-Soñé con un mundo de color. Algunas cosas brillaban, otras no ¡Cómo me gustaría vivir allí!- respondió él.
En ese preciso momento Buffi recordó que en el colegio gris le enseñaron que existe un mundo amarillo, uno azul y otro rojo. Muy contento decidió viajar a cada uno de ellos y traer un poco de color a Grislandia. Agarró su mochila y empacó comida, una cobija y una cajita con varios compartimientos.
-¡Adiós mamá! Pronto volveré con el color.
- Adiós, Buffi, cuídate.
Muy decidido, Buffi emprendió su viaje, empezando por el mundo amarillo. Al llegar vio todo brillante ¡El amarillo le causó gran alegría! Disfrutaba el calor del sol sobre su piel y el aroma de los girasoles del parque. Alzó la mano, agarró un poco de color y lo guardó en un compartimiento de la cajita de su mochila.
Siguió su búsqueda hasta llegar al mundo azul. Todo era sereno, se sentía relajado al ver el agua del río y los azulejos que trinaban en la rama de un árbol. Alzó la mano, agarró un poco de color y lo guardó en otro compartimiento de la cajita.
Finalmente llegó a la última parada de su búsqueda: el mundo rojo. Buffi sintió que su corazón palpitaba más fuerte al ver las grandes fresas del arbusto las cuales estaban muy apetitosas. Alzó la mano, agarró un poco de color y lo guardó en otro compartimiento de la cajita.
En el camino a casa, Buffi recordó todos los aromas, melodías, sensaciones y sabores de cada mundo,  no podía esperar a contarle todo a mamá Buffalo.
Al llegar, corrió a casa, donde mamá Buffalo lo recibió con mucho cariño y amor.
-Mamá. Todo brillaba en el mundo amarillo, en el mundo azul todo era calmado, y las fresas del mundo rojo… deliciosas.
Sin esperar respuestas de mamá Buffalo, salió corriendo al jardín de su casa y sacó la cajita de su mochila. Al ver su contenido se dio cuenta de que una pequeña parte de cada color se había mezclado, dando como resultado nuevos colores y tonalidades.
Abrió la cajita y, con los ojos cerrados, se imaginó cómo se vería todo a su alrededor. Lanzó los colores al cielo. Y al abrir sus ojos, ya todo tenía color. Era más bello de lo que había pensado. Las hojas de los árboles, las flores, los pájaros, mariposas, pequeños insectos, su colegio y su casa: todo de mil colores.
Buffi se sintió satisfecho, ahora vivía en un mundo mejor.